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El nuevo “Chinatown” de Madrid es el barrio de la capital donde más sube la vivienda

El mercado inmobiliario se encarece vertiginosamente también fuera de la M-30, como prueba el caso de Almendrales, donde según Fotocasa el coste de compraventa de segunda mano creció el año pasado un 34,5%

Almendrales Madrid
Emilio Zhong, en la entrada de Éticasa Servicios Inmobiliarios, en el barrio madrileño de Almendrales, el día 19 de enero.JUAN BARBOSA
Fernando Peinado

El portal inmobiliario Fotocasa publicó la semana pasada un dato que da que pensar sobre el problema de la vivienda inasequible en Madrid: el barrio de la capital donde más creció el precio de compra de la vivienda de segunda mano en 2023 está fuera de la M-30 y la subida corta la respiración: un 34,5%. Se trata de Almendrales (Usera), un barrio que limita por el sur con la almendra central conocido por ser el lugar de asentamiento de la comunidad china. Durante décadas ha sido un hogar relativamente asequible para las clases obreras que trabajan en las zonas céntricas, pero esta subida alerta de que esa vivienda de primera necesidad se encarece. Y esto está pasando en más puntos alrededor de la M-30.

La directora de estudios de Fotocasa, María Matos, indica que el precio aumenta dentro y fuera de la almendra central. Suben también barrios del perímetro de la almendra central como Puerta del Ángel (9,9%), Los Cármenes (8,4%) o Ventas (4,5%). “Los precios van expulsando a demandantes que buscan en zonas más alejadas intentando encontrar viviendas más asequibles”, dice Matos. “La demanda se va dirigiendo hacia la periferia, lo que también hace que aumente el precio de estas zonas”.

¿Y qué dicen los agentes inmobiliarios a pie de calle en Almendrales? De entrada, a algunos les parece una exageración esa subida de casi el 35%. Supondría que un piso de 120.000 euros haya pasado en un año a 156.000. Están de acuerdo en que los precios han crecido y que hay una fuerte demanda de madrileños buscando vivienda asequible o inversores buscando rentas de alquiler, pero les parece una locura ese incremento. Advierten de que los portales inmobiliarios suelen magnificar las subidas de precios porque toman sus datos de sus anuncios online, que reflejan el deseo del vendedor y no el precio final al que se cierra la compraventa. Con todo, la inmobiliaria Eticasa discrepa del resto y señala que el incremento del 35% es real. “Se están liberalizando muchas VPO que han tenido restricciones durante 30 años y eso explica la subida tan fuerte, dice el director de la oficina, Emilio Zhong. “En el último año hemos tenido muchos clientes chinos que durante años han ahorrado para comprar pisos aquí”.

Una carpeta de Éticasa Servicios Inmobiliarios.
Una carpeta de Éticasa Servicios Inmobiliarios. JUAN BARBOSA

Otras inmobiliarias señalan que la mayoría de sus clientes son españoles de origen. Bafre, una inmobiliaria con 20 años de experiencia en la zona, dice que cada vez llega al barrio más gente que ha dado por perdida la opción de vivir dentro de la M-30, al otro lado del Manzanares. “Se cruzan el río”, dice una agente de Bafre, Lara de Benito. “Son gente que viene rebotada de esos barrios”.

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De Benito estima que alrededor de un 80% de los interesados en comprar son madrileños interesados en comprar su primera residencia. Almendrales es lo más cercano al centro que se pueden permitir. “Ahora mismo un piso de 80 metros cuadrados sin ascensor y para reformar no te baja de 170.000 euros. Eso al otro lado del río se dispara a 250.000 euros”, dice esta comercial.

El alza en el centro tensiona también a los barrios periféricos. En Almendrales, el metro cuadrado se ofertaba en 2015 por 1.618 euros y ahora por 2.993 euros, según Fotocasa.

Un ejemplo de los madrileños que “cruzan el río” es Julio Martín, un hostelero de 35 años que hace dos años, cansado de pagar 1.000 euros por un alquiler en el centro, se compró un piso cerca del Manzanares, en la calle Antonio López. “Tengo otros amigos que vivían en el centro y han comprado fuera de la M-30. Es lo que está haciendo todo el mundo”.

La transformación de Almendrales podría acelerarse como consecuencia de la “regeneración” anunciada esta semana por el Ayuntamiento de José Luis Almeida. La Alcaldía promueve un plan de nueve millones de euros para reformar el entorno (arcos y decoración china, peatonalizaciones) y rebautizarlo como el primer Chinatown de España. La reforma impactará en Almendrales y el barrio vecino de Pradolongo donde vive buena parte de los 52.000 inmigrantes chinos de Madrid.

Almendrales ya vivió una primera revolución a principios de siglo, cuando fue soterrada la M-30 y el entorno del río renació como un lugar agradable para pasear. Eso afectó principalmente a las calles más cercanas a la reforma, como Antonio López, que empezaron a recibir a madrileños profesionales, un perfil que contrastaba con el de los vecinos del resto del barrio. El Almendrales “más profundo” sigue siendo un lugar humilde donde inmigrantes y españoles de origen sufren cada vez más para soportar las fuertes subidas del alquiler.

La calle Dolores Barranco, en el barrio madrileño de Almendrales.
La calle Dolores Barranco, en el barrio madrileño de Almendrales. JUAN BARBOSA

El presidente de la asociación de vecinos de Almendrales, Eugenio Brey, dice que la vivienda está asfixiando a muchos: “La gente se va a zonas más baratas o acaba compartiendo su piso. Cada vez más gente vive compartiendo. Tres enfermeras del Hospital 12 de Octubre o tres o cuatro familias que se meten en un mismo piso, a veces con literas”.

Los agentes inmobiliarios que trabajan en este barrio desde hace tiempo están sorprendidos por las alzas de precios. “Se ha vuelto todo una locura”, dice Vanessa Barrantes, comercial de Asian Consulting. “La subida es brutal y es que son pisos que no valen eso”, se queja, lamentando que muchas compraventas se frustren por las aspiraciones irreales de los propietarios. Dice que ahora ya no encuentras ningún piso mediano (unos 70 metros cuadrados) en todo Usera por menos de 150.000 euros. “Se nos frustran muchas operaciones porque cuando el banco hace su tasación valoran la vivienda en mucho menos de que pide el vendedor y el comprador acaba retirándose porque no consigue la financiación que deseaba”, dice Barrantes. “Hay muchos interesados en mudarse aquí, pero es que la gente no llega”.

Un edificio residencial en el barrio de Almendrales.
Un edificio residencial en el barrio de Almendrales. JUAN BARBOSA

Escribe al autor a fpeinado@elpais.es o fernandopeinado@protonmail.com

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Sobre la firma

Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).

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