La importancia de lo colectivo
Encuesta tras encuesta se pone en evidencia el hartazgo de una gran mayoría de los ciudadanos de nuestro país con nuestra clase política, la de la corrupción que ya parece endémica, la que se pasa la separación de poderes por el forro de los votos, la que ha preferido salvar a los bancos antes que a los ciudadanos y la que permitirá que los auténticos responsables de la crisis se vayan de rositas a disfrutar de su “plan de pensiones” en sus particulares “paraísos”.
Sin embargo, a veces un rayo de esperanza parece asomar de las profundidades del conformismo y el miedo. Acontecimientos como los del barrio de Gamonal, o la lucha contra la privatización sanitaria en Madrid nos hacen recuperar, aunque sea mínimamente, la importancia de lo colectivo, el testimonio de una fuerza que queremos creer que está aletargada y no definitivamente perdida en el lodo del consumismo, el individualismo feroz y la zafiedad.
Mientras, por ejemplo, se masacra el sector cultural, se encuentran motivos y dinero suficientes para beneficiar fiscalmente o patrocinar, bien en nombre de la tradición o bajo cualquier otro pretexto, diversas manifestaciones del aborregamiento festivo-beodo.
Así es como nos quieren.— Juan J. Añó Oliver.